Ecología y Educación 2

· ¿Puede la Tecnología solucionar problemas ambientales?

(Silvia Corchero) Hoy en día los problemas ambientales son múltiples y, en muchos casos, complejos. Sin duda la tecnología es un recurso más para poder abordar con éxito muchos de estos problemas. La ciencia evoluciona como evoluciona la forma de vida del ser humano. La clave es saber adaptarse a ello respetando todas las piezas del ecosistema en el que vivimos.

Y esa tecnología debe ser a la vez lo más respetuosa posible con la madre Tierra. De poco nos servirá si para desarrollarla hemos tenido que esquilmar recursos, contaminar nuestro aire y nuestra agua o dañar a los seres vivos que nos rodean.

Debemos volver a lo cercano y ser conscientes del impacto de cada una de nuestras acciones.

· ¿En una escuela al aire libre, podrían estar presentes las nuevas tecnologías?

Por supuesto, pueden y deben estar presentes. Las nuevas tecnologías proporcionan un recurso didáctico excelente que complementa la gran ventaja de vivir, crecer, sentir y aprender al aire libre. Como en todos los casos, un recurso a usar cuando tenga sentido dentro de los objetivos y contenidos que nos hayamos propuesto conseguir o trabajar.

· ¿cómo dar un enfoque educosocial en el aula, en educación?

Para proporcionar un enfoque educosocial al aula debemos ser conscientes de que el aula no es un ente aislado del resto del mundo que nos rodea. Debemos abrir las puertas del aula, que entre aire fresco, que entren los padres, los abuelos, las personas cercanas del barrio con algo interesante que contar, las responsables del comedor, los antiguos profesores.... Y debemos hacer que la vida real penetre en ella. Vivimos en sociedad y esa sociedad deben percibirla los niños y niñas, como deben percibir el importante papel que ellos desarrollan en la misma. Aprender poco a poco a conocerse y a respetarse para conocer y respetar a los demás y a la naturaleza que nos rodea, para convivir.

· ¿Es la escuela el lugar para atender la ecología?

La ecología es la vida. Está en todas partes. La escuela es un lugar ideal para atenderla, también el mercado, la biblioteca, la comunidad de vecinos, el parque cercano... No debemos dejar de aprovechar cada oportunidad que se nos brinda para tener presente la ecología en nuestro día a día y en el día a día de nuestra infancia. Cada pasito y cada acción que llevamos a cabo cada mañana va a tener un impacto en nuestro medio ambiente, eso es ecología. La clave, ser capaces de percibirlo, entenderlo y actuar en consecuencia para minimizar el posible daño y aprovechar, a la vez, los enormes y valiosos recursos que nos brinda la naturaleza.

· ¿Cuál sería la ética ecológica a tener como referencia?

Difícil determinar exactamente una única ética ecológica. Cada grupo social, cada tribu, cada espacio tendrá su propia ética. Para mí la referencia debe ser el respeto y el cuidado. El respeto y el cuidado por lo y los que nos rodean, partiendo del respeto, cuidado y conocimiento de uno mismo. 

· ¿Cómo crear una sociedad resilente para crear un mundo más sostenible?

La resiliencia es imprescindible a nivel individual y global para poder sobrevivir. La capacidad que tengamos para adaptarnos al cambio y saber actuar, una vez se produzca, será la clave para nuestro futuro. Para poder crear una sociedad resiliente debemos proporcionar a las niñas y niños la oportunidad de enfrentarse a estos cambios, de asumirlos, procesarlos y aprovecharlos para seguir creciendo sin dejarse caer. Un mundo más sostenible es posible y vendrá de la mano de los recursos que seamos capaces de proporcionar a la infancia para empoderarlos en su papel de gestionar las dinámicas humanas y el entorno que les toque vivir.

· ¿Qué ideas se te ocurren desde un marco de rebeldía para hacer ver a los políticos la necesidad de comprometerse con el planeta?

Lo primero que se me viene a la cabeza es volver a la sencillez en todos los ámbitos de la vida. Volver al consumo de productos de proximidad, reutilizar y reciclar nuestras ropas, nuestros muebles, nuestros libros, nuestra vida. Caminar mucho más de lo que hacemos, usar nuestras bicicletas, pasar tiempo al aire libre, demostrar que somos capaces de vivir con menos, prescindir de todo aquello que sea innecesario y superfluo, desmaquillarnos, querernos más. Los grandes cambios vienen de la mano de acciones pequeñas y cotidianas. Un POCO de muchos, se puede convertir en un MUCHO para todos.

Podemos hacer algo muy revolucionario como las valiosas e impactantes campañas que realiza GREENPEACE pero, si no vienen acompañadas de esos pequeños-grandes cambios, no generaran impacto social.

· ¿Cuales crees que deben ser indicadores para una buena vida?

Indicadores de una buena vida son la salud y la felicidad. Y para conseguirla debemos de fomentar el cuidado. Debemos de cuidarnos y cuidar a los demás y lo que nos rodea para una buena vida. Hábitos de vida saludable, deporte, cultura, relaciones positivas, vida en comunidad....

¿Hay algún instrumento que mida el cambio climático? ¿Donde se puede ver? al margen de ver a los osos muriendo en las costas de los glaciares por ejemplo.

Desde mi punto de vista la medición científica y exhaustiva del impacto del cambio climático lleva décadas desarrollándose. No es necesario medirlo más, ya es una realidad, pese a quien pese. Se puede ver en los cambios que se producen a nuestro alrededor: incendios devastadores, temperaturas cada vez más altas, lluvias torrenciales, animales que han perdido su hábitat y su forma de vida, la gran borla de contaminación que nos rodea en las grandes ciudades, el aumento de los casos de cáncer... No podemos negar la evidencia.

Ahora deberíamos centrar la mayor parte de nuestros esfuerzos en actuar, cambiar y mejorar. Ojo, ¡desde un punto de vista optimista!, la ecología lleva muchos años centrándose en lo negativo, en el derrotismo, ¡basta ya!, saquemos el lado positivo y pongámonos de una vez por todas en marcha, cada uno en su parcela más cercana. Salgamos a pasear por el campo, disfrutemos de la fauna urbana, calentémonos con los rayos de sol que entran en la mañana por nuestra ventana, sintamos la brisa del viento y escuchemos las olas del mar, comamos saludablemente, imitemos a aquellos que ya trabajar y cuidan nuestro medio ambiente. Empapémonos de naturaleza siempre que podamos, sintiendo la cerca y, sobre todo disfrutándola, aprenderemos a luchar para no perderla.

· ¿Cómo deberíamos estar enseñando ya a los niños frente a la casi inminente escasez de recursos naturales?

El consumo responsable es clave para ello. Debemos enseñar con el ejemplo en casa, en el colegio, en el supermercado día a día. Enseñémosles a ser conscientes de lo que tienen, de lo que necesitan, de lo que pueden prescindir. De cómo llegan los recursos a nosotros, cuáles son sus vías de distribución, el impacto y la huella ambiental que producen, de lo que tienen que prescindir otros para que nosotros disfrutemos de ciertas cosas. Los colegios y las familias son claves en este proceso, la ecología debe estar presente en todos los aspectos que tocan y vías hay muchas para ello si hay voluntad: comedores escolares y huertos ecológicos, material escolar común, reciclaje, entornos educativos y urbanos renaturalizados...se me ocurren miles de opciones, llevémoslas a la práctica.

· ¿Es posible combatir la miseria sin combatir el enriquecimiento?

Desde mi punto de vista no, el egoísmo y egocentrismo que impera en muchos sectores de la sociedad lleva al enriquecimiento desmedido de unos pocos con una repercusión gigantesca en muchos. Para combatir la miseria debemos crear una sociedad más justa y equilibrada en todos los sentidos y la economía es el sector que más impacto causa tanto a la madre tierra como a los que habitamos en ella. Una economía social justa es imprescindible para acabar con la pobreza en el mundo.

· ¿Cómo educar en la escuela a los futuros políticos, líderes sociales para crear verdaderos compromisos con el planeta?

Haciéndoles disfrutar de las pequeñas cosas que nos da la vida, que nos da el planeta. Cuando hayan probado y experimentado la belleza del planeta Tierra y se hayan empapado de ella, querrán luchar para conservar esas experiencias que ya hayan calado sus huesos. Vivir lo más cerca posible a la naturaleza y con la naturaleza, cosa que también es posible en las grandes ciudades.

· ¿Qué o cuales son las referencias de arte sostenible, social o ecológico que conoces?

Afortunadamente este cambio es cada vez más amplio y rico. Desde las actuaciones artísticas con el medio y con las personas que se desarrollan en el ámbito rural de la mano de artistas como Lucía Loren, Carlos de Gredos, Andy Goldsworthy, Miguel Blanco, etc..... hasta las pequeñas obras de artes que podemos encontrar en mercadillos artesanos con joyas hechas con productos reciclados, las orquestas de instrumentos reciclados en el Teatro Real, el paseo por las calles cerradas al tráfico los domingos para pasear en bicicleta o patinar, los muros pintados social y colectivamente en las calles de Madrid con pinturas ecológicas, la ropa artesana producida con tejidos ecológicos, la alimentación sin pesticidas.....El arte nos rodea a diario, arte natural y arte humano, nuestros ojos sabrán distinguir aquel que es sostenible, social, ecológico.

· ¿Existe un mercado para el arte con consciencia?

Cada día más, gran parte de la sociedad es consciente ya de la necesidad de dar una vuelta o más de tuerca a nuestro modo de vida. Y, esa necesidad se está trasladando ya a muchos ámbitos, el educativo, el comercial y, por supuesto, el ámbito artesanal, visual y creativo. Hay mercado y mucho de arte con consciencia, de consciencia para el alma, de consciencia para ser, de consciencia para sentir y vivir.

· ¿Qué le pedirías a los políticos para que tengan en cuenta una consciencia ecológica?

Que paren a pensar en las cosas imprescindibles y esenciales para poder seguir vivos: en el agua, en el aire, en los alimentos, en las personas que les rodean y se imaginen una vida sin ellos. ¿Cambiarían sus prioridades?......al menos deberían. Vivimos en una rueda que gira demasiado rápido y, a veces en ese movimiento se pierde la esencia del ser humano y de sus necesidades más básicas creando a la vez necesidades ficticias que nos confunden y hacen perder nuestro camino.

   Respuesta a las preguntas que se extraen de la mesa redonda por parte de: Silvia Corchero, Ingeniera Forestal y educadora ambiental.  Silvia también nos ofreció en esta tercera jornadas una serie de ideas para la educación ambiental, en un taller exquisito y lleno de sorpresas. 

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